La escuela de Puerto Escondido, ubicada en el corregimiento de Cristóbal, fue escenario de un hecho que pudo acabar en desgracia.
Un estudiante de Segundo Grado estuvo a punto de apuñalar a un compañero del mismo grado.
El niño que iba a ser agredido corrió tan rápido como pudo, que el agresor no logró herirlo. Todo eso era visto por varias personas que estaban nerviosas.
El hecho de violencia alertó a todos los padres de familia que no creían que un alumno tan pequeño sacó un cuchillo de cortar carne de su casa, y lo llevó a la escuela para usarlo como un arma.
La maestra Maricelda Mackoy, que le tocó vivir ese problema, dijo que el alumno llevó el cuchillo para amenazar a otro, al que iba a cortar. La víctima, asustado le avisó a su maestra que el estudiante violento tenía esa arma blanca.
"Fue un momento terrible. Apelamos a los padres de familia para que estén pendientes de lo que sacan sus hijos de la casa".
PREMEDITACION
Supuestamente las intenciones del niño agresor era herir a otro estudiante de Cuarto Grado, pero al enterarse que uno de sus compañeros trató de evitarlo, casi lo mata.