Mi corregimiento adoptivo es dueño inefable de una larga y codiciada historia, la cual muchas veces ha motivado mis entrañas en constantes exacerbaciones, cuando lo veo presa de la basura y de las actitudes negligentes, sintiendo una intrigante urgencia interior de dialogar con su destino, pretendiendo los medios expeditos que me conduzcan al encuentro de algunas soluciones que lo turban y afectan en principios y para ello, nada mejor de la mancomunión de los ciudadanos honestos, estrictos celadores en la resolución de sus conflictos virtuales.
Hay que entrar a analizar el tema en una forma iluminante y reveladora, buscando los hechos que entorpecen la vida del entorno político ya casi centenario.
Compenetrado en la realización de un trabajo exaltador que lo ajusto a todas las fuerzas de mi alma en completa devoción y sacrificio, donde veré los resultados de las recomendaciones maravillosas concentradas en esencia espiritual plena.
Deseamos para la nonagenaria división política, una de las más pobladas del país, que el Representante del Corregimiento nos visite, poniéndose en contacto con las urgencias que más nos incomodan como consecuencias de la vida en sociedad, complicándose con notoriedad cada segundo que pasa.
Entiendo que la D.I.J., tiene un capítulo en Juan Díaz, pero los muchachos para desempeñar su trabajo a cabalidad deben tener un automóvil para trasladarse con mayor efectividad, especialmente en estas actividades que requieren de prisa extrema en su trato, obteniéndose resultados efectivos y positivos convalidados. Su población excede las cien mil almas y ya esto tiene un tono de respeto, comprometiendo las labores de sus funcionarios. Ahora mismo tenemos fuertes amenazas de dos pestes que claman por fuertes intervenciones de las autoridades comunales y nacionales, la A (H1N1) y el dengue.
Estas pestes tienen la particularidad de desempeñarse con gran velocidad y la comunidad debe corresponder en gran medida no esperando sólo de las autoridades, el juicio es muy importante en estos casos donde tenemos que dar el todo por el todo.