"Balas vienen y balas van", ese es parte del diario vivir de los residentes del sector de Gelabert, en el distrito de San Miguelito, sin que ninguna autoridad policial se presente a frenar a los grupos rivales.
El pasado viernes, se produjeron dos balaceras: una a las 5: 30 p.m. y la otra 8:00 p.m., en medio de los chiquillos del barrio que se mantenían "birriando" fútbol.
Lo irónico de todo, es que a pocos metros existe una estación policial, que, aparentemente, sólo es una estructura porque los agentes se hacen de la "vista gorda" ante la denuncia de los residentes que piden auxilio.