Yo soy más que mis pensamientos, inclusive más que mi mente, mi cuerpo, mi pasado y mis títulos. Yo no soy ese fracaso de ayer, aquél pecado que cometí o los apodos que me ha puesto el mundo con sus prejuicios: "vago, tonto, inteligente, exitoso, torpe, negro, blanco, rico, miserable, amigo, enemigo". No soy lo que pensaron de mí mis padres, ni lo que yo pienso de mi trayecto en la vida. Soy más que eso. Soy un misterio que descansa en el gran Misterio. Soy alguien que se está haciendo, que está creciendo con una conciencia más clara de su esencia que trasciende el universo.
Por lo tanto debo tener presente:
1. Que los miles de pensamientos que cruzan por mi mente no definen mi existencia, sino que me impiden ver quién soy yo. Debo poner orden en ellos, aquietar mi mente, silenciar la marcha ruidosa de miles de "mariposas fluorescentes" con tantos mensajes que sin pedir "permiso" entran en mi conciencia, disparan miles de juicios, prejuicios, apetencias, ambiciones, resentimientos y rencores y que luego se hacen repetitivos. "Lo que pienso constantemente lo atraigo". Es más, podría decir que: "soy lo que constantemente pienso".
2. Por otro lado debo analizar el origen de mis pensamientos repetitivos y descubrir quien ha sido "su vientre o gestor". Un papá racista o una madre rencorosa, un hermano mayor miedoso o un maestro supersticioso, cualquiera pudo inocular el veneno de enfoques negativos que me han estado angustiando o paralizando. Cuando niños somos como "esponjitas" que todo lo absorbemos.
3. Así como yo me defino así actúo. Así como me veo funciono en la vida. Debo ser consciente de que estoy hecho a imagen y semejanza de Dios, único, irrepetible, con una misión sagrada en la vida, dotado de dones, cualidades, iluminado por el Espíritu y con la capacidad de asumir responsabilidades que influyan positivamente en el curso de la historia. Soy un ser creado de manera singular por Él, que debe buscar siempre la verdad sobre sí mismo, para poder seguir caminando en la vida, cumpliendo la voluntad del Padre construyendo un mundo mejor, sabiendo que con Dios puedo vencer cualquier obstáculo para realizarme como persona y servir mejor, ya que con Él soy invencible.