El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró ayer que no permitirá que quede en la impunidad el asesinato de su compatriota Marcelo Oswaldo Lucero, un inmigrante que fue víctima de un crimen racial en Nueva York. "No dejaremos que este caso quede en la impunidad", dijo Correa en su informe semanal de labores al condenar las acciones racistas y xenofóbicas. El caso de Lucero "es gravísimo" pues "se asesinó a puñaladas a un ecuatoriano porque unos desquiciados, semiadolescentes, salieron a la caza de hispanos como si fueran animales", dijo Correa.