Adquieres un nuevo apartamento, casa o solamente quieres darle un nuevo estilo a la decoración de tu casa.
Son muchos los catálogos revistas e informaciones que nos hablan de las últimas técnicas decorativas orientales, que acaparan lo más "in" del momento en decoración.
Una de ellas es el Feng Shui es una forma de adivinación china conocida como feng-shui (en español, geomancia), pero especialmente para sepulturas.
NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO
El Feng Shui establece que el lugar donde vivimos debe poseer un buen balance y si cumplimos con ello, se tendrá una vida repleta de suerte y felicidad.
En el lugar donde se coloca un objeto debe utilizarse una brújula muy compleja compuesta por las 24 montañas, los 10 troncos celestes, las 12 ramas terrestres, los cinco Elementos, los 8 trigramas, etc. Según la creencia, el secreto es observar las pendientes de las colinas, y de las montañas, la dirección del curso de las aguas y las influencias yin yang.
No intentamos oponernos a mejorar nuestro medio ambiente o evitar que los seres humanos vivamos en equilibrio con nuestro entorno.
Quien estaría en desacuerdo con sembrar un árbol, el error está en adentrarnos mucho en la creencia, al punto de perder las proporciones.
No sería sensato pensar que un árbol es capaz de proteger nuestra casa o que nuestras vida está regida vida con base en la existencia o no de una ventana, pero lo peor está en que esa ventana podrá cuidarnos del flujo maléfico.
QUE HAY DE MALO
El feng shui es un arte adivinatorio llamada geomancia. Según uno de sus partidarios, el feng shui puede "mejorar la vida, la salud y la relación conyugal o de pareja, así como aumentar las riquezas y la paz interior", todo lo cual parece muy atractivo.
La pregunta que nos hacemos muchos es ¿Que hay de malo?, pues bien acudimos a Emmanuel Torres, de la iglesia Testigos de Jehová, quien nos suministró un documento donde se explica que el objetivo es localizar puntos de energía de la tierra y el cielo. El equilibrio entre ambos, supuestamente, buena suerte a los que viven o trabajan en el lugar.
Es claro que como somos individuos únicos y totalmente diferentes, tenemos diversos gustos y preferencias. Con base en ello, sería imposible determinar el mismo color y forma de nuestros muebles.
¿Es posible entonces, que un simple movimiento de los muebles, plantas o un espejo mal colocado puede entorpecer su negocio, causarle estrés y hasta causarle problemas de salud y pérdidas económicas?
Pues, según los conocedores del Feng Shui, si ignoramos nuestro entorno, nos encontramos constantemente expuestos al desastre.
Un arte milenario que no se niega, pero que con el trascurso de los años se ha enriquecido con literatura y poesía, se transforma en una especie de misticismo.
LO OCULTO
El feng shui consulta un compás geomántico, en el cual se observa la aguja imantada con los círculos y las líneas exteriores, y básandose en el sello, determina lo que se necesita para "purificar" determinado lugar.
Los libros de Feng chui clasifican en casi todas las bibliotecas entre las publicaciones de astrología y adivinación. De hecho, el diccionario Vox define la palabra geomancia como "adivinación superticiosa que se hace valiéndose de líneas, círculos o puntos trazados en la tierra".
Así pues, es ampliamente aceptado el Feng Shui y las demás variantes de la geomancia constituyen formas de adivinación. De aquí parten nuestras afirmaciones, pues no sólo incluye prácticas adivinatorias, sino también espiritistas, ninguna de las cuales es nueva para la humanidad.
BUSQUEMOS EN LA BIBLIA
Recuerdan los pasajes bíblicos que nos relatan cuando los israelitas partieron de Egipto y finalmente entraron en la tierra de Cannán, en el siglo XV a. E.C., en ambos territorios se practicaba todo tipo de adivinación.
Deutoronomio 18:14 recoge lo que Dios dijo mediante Moisés: "Estas naciones que vas a desposeer solían escuchar a los que practican esto". Las muchas formas de adivinación; pero en cuanto a ti, Jehová tu Dios no te ha dado nada semejante a esto".
Pero eso no es todo, cuando Jehová confundió el lenguaje de sus habitantes, estos se mudaron a otros lugares, llevando consigo las costumbres con la adivinación y el espiritismo babilónico (Génesis 11:1-9). será esta la base de la religión.
LA ADVERTENCIA
Si damos un toque religioso y eclesiástico a está investigación, podríamos afirmar entonces que el Feng Shui oculta algo más de armonía con la naturaleza.
La iglesia considera que esto se debe a que la adivinación se halla unida al demonismo, por lo que su práctica puede poner a la persona en contacto con satanás y sus demonios y llevarla a la ruina espiritual.