Una niña de sólo siete años de edad, sufrió la ruptura de sus dos dientes delanteros al chocar de frente con un tubo de hierro, que sin la obligatoria cubierta de seguridad que debe tener todo juego infantil, estaba operando en su local comercial.
Se trata de un reconocido local ubicado en la ciudad capital y que se especializa en comidas rápidas. Un local donde niños juegan convencidos de que las instalaciones son seguras.
Después que la madre afectada llamara la atención al gerente del local por el descuido de las normas de seguridad, el administrador tomó una nota de los datos generales de la niña accidentada y aseguró que velarían por la situación de la afectada.
Sin embargo, después que la niña fuera posteriormente revisada en una clínica, para poder determinar si tenía o no afectado el nervio del diente, los administradores del local comercial están dándole vuelta al pago de los gastos básicos en que debió incurrir la madre.
Los empresarios deben estar conscientes de que son responsables de los hechos acaecidos en sus locales y que deben estar atentos a prevenir los accidentes y daños no sólo a sus trabajadores, sino, a sus clientes, creando un ambiente confiable y seguro para todos. |