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El ejército israelí entró ayer a un campo de refugiados en Cisjordania después de que un militante palestino mató a cinco israelíes, entre ellos dos niños en sus camas, en un ataque a un kibuyz. El ataque del domingo al kibutz y la incursión en el campo de refugiados de Tulkarem podrían complicar una misión de paz estadounidense.
Según testigos palestinos y fuentes de seguridad, unos 30 tanques, junto a vehículos blindados y jeeps, entraron en el campamento de Tulkarem alrededor de las 03.00 hora local (0100 GMT de ayer).
Las fuentes dijeron que dos palestinos fueron arrestados en medio de un intenso intercambio de disparos, pero nadie resultó herido. Las tropas se retiraron a las afueras después de varias horas, pero impusieron un toque de queda en la ciudad de Tulkarm, cerca de la "Línea Verde" que divide a Israel de Cisjordania.
En el poblado de Shweike, al norte de Tulkarm, tropas israelíes demolieron una casa perteneciente a Mohammed Naifeh, descrito como activista de alto rango del movimiento Fatah, del líder palestino Yasser Arafat.
Los nuevos actos de violencia ensombrecieron la llegada a la región del enviado estadounidense David Satterfield, para impulsar un "plan de acción" que contempla pasos recíprocos de ambas partes con vistas a establecer un estado palestino en el 2005. |
