El agente de la Policía, Carlos Alfredo Serrano Miranda, fue condenado a dos años de cárcel, por haber aplicado uso excesivo de la fuerza y privar de su libertad a un ciudadano.
En la audiencia se conoció que el afectado Carlos Ismael Lasso Sánchez fue arrestado y recibió diversos golpes en su anatomía que le fueron propinados por el agente.
El hecho se registró el 13 de diciembre de 2002, en la comunidad de Nuevo Chorrillo, distrito de Arraiján.
El caso fue investigado por la Fiscalía Tercera Anticorrupción.