El Atlético de Madrid se reconcilió con el gol, con el triunfo y con el Calderón ante el Villarreal. Los rojiblancos fueron mejores y se impusieron al conjunto amarillo por 3-1 pese a que comenzaron por detrás en el marcador.
Fuentes aprovechó un error de marcaje de la zaga rojiblanca para marcar de cabeza en una falta lateral colgada por Riquelme. Antes del descanso, el Atlético le dio la vuelta al partido con los tantos de Zé Castro y Torres, que convirtió en gol un penalti cometido sobre él mismo tras una gran jugada.
En la segunda parte, el nueve colchonero se marchó lesionado y dejó su lugar a Jurado, ingeniero del tercero y definitivo con un gran pase que abrió las puertas a la fantasía del Kun Agüero, que batió a un gran Barbosa con una vaselina sútil y hermosa.