Las tradiciones y costumbres de los pueblos que están casi pasando al olvido quieren ser resaltadas por algunos docentes en estas fiestas patrias, como es el caso de la profesora Gladys Amores, profesora de Educación Artística del Colegio El Roble de Aguadulce.
TOQUE DIFERENTE
Un toque diferente de cultura es el que lleva a cabo el Colegio El Roble, en los diferentes lugares donde ha ido a desfilar.
La creatividad de la profesora Amores fue plasmada en los desfiles para que tuvieran más realce con las tradiciones y costumbres de nuestros pueblos, las cuales hay que rescatarlas considera la docente.
Una pequeña casa que está en proceso de la junta de embarre es cargada por dos estudiantes vestidos con pantalones jeans doblados en las bastas, camisas mangas largas con las mangas recogidas y sombreros a la pedrá, al estilo campesino.
Adicional es llevada una muñeca dentro de una hamaca en representación de los viajes que tienen que realizar los campesinos en los difíciles caminos de la campiña para sacar a sus enfermos para que puedan recibir atención médica en el pueblo, lo que aún se practica en las áreas de difícil acceso.
Asegura la profesora Amores que la idea le surgió al ver que estos son hechos que forman parte de las costumbres y tradiciones de nuestros antepasados.
Todas estas fases del desfile van separadas con arcos donde se llevan mensajes alusivos a las tradiciones, y de tipo cívico.
La pollera constituye el vestido típico más hermoso del país, por lo que se hace presente también en las presentaciones del Colegio El Roble.
Son muchas las expresiones de asombro que se han venido escuchando desde el primer día que se presentaron en El Roble. Una de ellas es de elogio a la originalidad, ya que es algo diferente dentro de un desfile cívico de fiestas patrias, donde solo se aprecian banderas y polleras. El último arco tiene como mensaje "no a las drogas", el que va acompañado por una cuadrilla de estudiantes del colegio vestidos de negro y blanco.