Hay quienes afirman que el fenómeno Barack Obama podría repetirse dentro del escenario político panameño, sin embargo, un marcado racismo empaña esa posibilidad. Panamá ya ha tenido afroantillanos en la presidencia de la Corte Suprema y del Órgano Legislativo, pero no al frente del Órgano Ejecutivo. Hasta hemos contado con un santo negro y de madre panameña: San Martín de Porres.
Para algunos consultados no es cuestión del color de piel, sino de la capacidad e inteligencia que tenga la persona para dirigir el destino de toda una nación.
El analista político y ex ministro Renato Pereira es optimista al manifestar que cualquier país multirracial está listo para imitar la experiencia de los Estados Unidos, en cuanto a elección de un presidente negro.
Aunque no brindó ningún nombre en especial, resaltó que de seguro en nuestro país hay muy buenos candidatos afrodescendientes para ocupar la más alta magistratura, lo único es que no ha visto a ninguno implicado dentro de la política criolla.
El también abogado reconoció que el racismo está en todos los ámbitos de la actividad humana, pero si hay algo de racismo está en retroceso después de la escogencia de Barack Obama como nuevo presidente de los Estados Unidos.
En tanto, el secretario general de la Central General de los Trabajadores de Panamá (CGTP), Mariano Mena, fue un poco más reservado en sus apreciaciones, al indicar que los cargos más altos dentro del engranaje gubernamental son ocupados por blancos, con excepción del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Harley Mitchell.
Sostuvo que el marcado racismo que existe en Panamá es uno de los mayores obstáculos para que un afrodescendiente, en 105 de vida republicana, se convierta en Presidente de Panamá, donde irónicamente hay un número considerable de población negra.
El representante de los trabajadores no se hace mucha ilusión sobre la política que vaya a imprimir Obama con relación a otros países, ya que la política de los Estados Unidos va más allá del que la dirige, ya sea de color blanco o negro.
Para Mena, la elección de un presidente va más vaya del color que se tenga.
Tanto Renato Pereira como Mariano Mena reconocen que el racismo está muy marcado.
El sindicalista Mena preguntó cuántos negros hay en el Ejecutivo.
Para el sociólogo Marco Gandásegui, Panamá siempre ha estado preparado para tener un presidente negro, sin embargo, sostiene que el principal obstáculo ha sido el sistema político "de apariencias" que reina en el país.
Para el sociólogo, Panamá es un país muy racista en cuanto a clases sociales, más que por un color de piel como sucede en Estados Unidos.
Esta opinión la comparte el sociólogo Raúl Leis, quien asegura que en este país más que racismo hay clasismo, las personas son menospreciadas por su condición socioeconómica.
Según Leis, la política en Panamá se inclina por una élite blanca y adinerada, sobre el sector indígena y negro que está más ligado al populismo. Sin embargo, considera que esto no es impedimento para que un negro llegue a la Presidencia.
A pesar de que existe discriminación, la sociedad panameña es mucho más tolerante que la norteamericana, estiman tanto Leis como Gandásegui.
De acuerdo a Raúl Leis, en Panamá no puede haber racismo porque todos tenemos en nuestro genes un negro, tomando en cuenta que existe un crisol de razas, en donde predomina el negro".
Hay que tener claro que en Panamá se define como negro a los ascendentes afroantillanos y coloniales, sin embargo, Estados Unidos tiene una estructura cultural muy distinta.
En cuanto a la llegada de Barak Obama a la Presidencia de Estados Unidos, Marcos Gandásegui opina que su política exterior será muy diferente a la de su antecesor, lo que tendrá efectos muy importantes para Panamá.
A partir de enero de 2009, el Gobierno norteamericano buscará gobernantes serios, no "títeres que sólo saben decir un sí por respuestas. Al parecer, en los últimos 20 años los Gobiernos panameños se han olvidado de que nuestros triunfos en el siglo XX fueron producto de la capacidad para negociar", comentó el sociólogo.
Sin embargo, para Raúl Leis desde el punto de vista de la aprobación del Tratado de Promoción Comercial (TPC) será más difícil con la llegada de Obama a la Casa Blanca.
En tanto asegura que si el nuevo presidente norteamericano establece una política de paz, Panamá se verá beneficiado porque es un país pacífico, abierto al comercio mundial.
Ambos expertos están convencidos que en las próximas décadas Panamá tendrá un presidente negro.