Sebastián Pérez, quien hace una semana había matado a machetazos a su concubina Doralis Rodríguez, fue encontrado muerto y en avanzado estado de descomposición, en el sector de Platanares, en Soná de Veraguas.
Pérez, de 33 años, estaba bajo los efectos del licor cuando cometió el asesinato y había huido. Agentes de la Policía lo buscaban afanosamente al sujeto que se había internado en el monte.
El revoloteo de aves de rapiña alertaron a residentes del área y a los policías, quienes ubicaron los restos putrefactos de Pérez. Los animales habían devorado parte del cuerpo.
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