Un gran problema de los seres humanos es el no tomar conciencia de las realidades profundas, las invisibles, las que deciden todo pero no se ven. Ser iluminado, estar inspirado, vivir más plenamente la gracia de Dios, "bucear" en las insondables aguas del misterio divino, nos permite encontrarle un sentido a todo.
1-Tomar conciencia de "quién soy yo", un ser único, irrepetible, "hijo de Dios".
2-Tomar conciencia de quién es mi prójimo, un "otro yo", alguien con quien puedo comunicar mi realidad.
3-Saber quién es la humanidad: mi gran familia dispersa por el mundo.
4-Debo apreciar a la Naturaleza que es mi "casa" y que merece respeto y protección.
5-Debo ser sensible ante la desgracia vivida por cientos de miles personas que experimentan graves carencias.
6-Debe dolerme la tragedia de los que viven sin Dios, hundidos en sus maldades.
7-Debo tomar conciencia de que los que dicen ser mis enemigos, son simplemente aquellos que no han apreciado lo que soy.
8-Debo saber que yo sigo siendo un pecador, que necesito siempre de la misericordia divina.
9-Debo comprender la gran verdad de que el mundo con sus tenebrosas estructuras, manejado por el "príncipe de las tinieblas no es "mi hogar".
10-Debo tomar conciencia de la infinita misericordia de Dios.
1 l-Debo apreciar el valor del "ahora", el único momento en que estoy presente y en que puedo crecer. Vivir amarrado a un pasado que de hecho ya no existe, cultivando resentimientos o complejos de culpa, o fijado en el futuro, alimentando miedos irracionales, me convierte en un ser infeliz y me enferma emocionalmente.
12-Tengo una misión sagrada que cumplir, ocupar un puesto en la historia en donde debo librar una batalla en favor de la vida. Esta tarea nadie la puede hacer por mí y es única y valiosa.
13-Debo estar luchando siempre contra "mi ego" que es vanidoso, vengativo, hipersensible y traidor. Llevo el "tesoro de la gracia de Dios en una vasija de barro." Con su gracia todo lo puedo. Con él puedo vencer mi inconsciencia, porque con Dios soy invencible.