Varios panameños se encuentran detenidos al formar parte de una banda de presuntos narcotraficantes y lavadores de diners, que mantenían nexos con Hezbolá, la organización terrrorista de origen árabe.
Los involucrados fueron detenidos durante una gigantesca Operación llamada Titán, que se inició en el 2006 y que permitió poner al descubierto ramificaciones de la banda en Colombia, Venezuela, Panamá, Guatemala, Estados Unidos, Líbano y Hong Kong.
La acusación contra 24 personas no contiene referencias a las supuestas actividades de financiación de Hezbolá a través del trasiego de drogas, pero menciona como acusado a Chekri Mahmoud Harb, alias "Talibán", ciudadano libanés arrestado en octubre en Colombia y a quien las autoridades identificaron con Hezbolá.
Los investigadores colombianos le dijeron al diario Los Angeles Times en octubre, que Harb era un experto lavador de dólares que "actuó como la conexión de una preocupante alianza entre los traficantes de Suramérica y militantes del Medio Oriente".
Coordinada por la Agencia de Lucha contra las Drogas (DEA), la redada condujo al arresto de 90 personas en Panamá, Guatemala, Estados Unidos, Líbano y Hong Kong, así como otras 21 en Colombia.
Los investigadores interceptaron unas 370 líneas de celulares y analizaron más de 700, 000 conversaciones, informó el DAS.
Según los cargos federales en Miami, los acusados se confabularon para introducir cocaína a Estados Unidos a partir de septiembre del 2006.
La red también utilizaba las rutas de los carteles del Valle y de Antioquia y de algunos grupos paramilitares para el envío de la droga, señaló el DAS. Entre otras actividades de blanqueo de dinero, la organización usaba las modalidades de fraccionamiento de depósitos , el mercado negro, correos humanos, transferencias internacionales y la comercialización de inmuebles.
Como resultado de la investigación se incautaron en el exterior $23.5 millones, 360 kilos de cocaína, seis de heroína, dos aeronaves, vehículos y joyas.
Algunos de los acusados en Miami son considerados por las agencias antinarcóticos de Estados Unidos y Colombia, los herederos de la llamada Oficina de Envigado, una siniestra agencia de envío de drogas, cobros y venganzas de Medellín, fundada por el narcoparamilitar Diego Murillo Bejarano, alias "Don Berna", extraditado este año a Estados Unidos.
Los cargos en Miami permanecían en secreto desde abril de este año y fueron ampliados en julio.