La suerte no estuvo de su lado, pero la muerte sí.
Las penumbras de la noche del miércoles no fueron obstáculo para que los criminales pegaran en el blanco: la cabeza de Joseph Antonio Solís Murillo.
Fueron dos los tiros que se le alojaron a Joseph, los cuales bastaron para arrebatarle la vida a los primeros minutos de la madrugada de ayer, jueves, en el característico frío del Hospital Santo Tomás.
Tres horas antes, es decir, a las 9:00 de la noche del miércoles, Joseph jugaba una partida de dominó con amigos y vecinos en la "Vereda del Dominó", en el sector de Transportes y Talleres, corregimiento de Curundú.
Allí, los asesinos llegaron de sorpresa y abrieron fuego contra Joseph, quien cayó herido ante la mirada atónita de todos los presentes.
Los gritos, el pánico y la confusión se apoderó de los jugadores, quienes socorrieron al hoy occiso y en un auto patrulla lo trasladaron al 'Gran Elefante Blanco', donde la muerte le ganó la batalla.
Unidades policiales realizaron operativos durante la noche para dar con el paradero de los homicidas, sin embargo, al cierre de esta redacción los mismos se mantenían libres.
Fuentes extraoficiales informaron que los matones fueron unos sujetos que residen en el sector de La Caseta, del mismo corregimiento, pero se desconoce las causas por las cuales pusieron fin a la vida de Joseph.
A PUNTA DE TIROS: EN LA CABEZA
Los criminales le metieron dos impactos de arma de fuego en la cabeza a Joseph, y al cierre de esta redacción no habían sido detenidos.