Cuando dije a estudiantes graduandos de Periodismo que estaba de acuerdo con el Día de las Brujas, varios se molestaron. Incluso llegaron a murmurar que no habían... Les dije que señalaría razones para justificar mis palabras.
Una de ellas era que a veces las damas al referirse a otra que no les cae bien, señala ... "¡la bruja esa!".
Hubo risas y algunas aceptaron que eso era cierto.
Busqué anuncios en algunos periódicos sobre brujería. Había varios de ellos, que causaron risas al leerlos.
Así que eso de que no hay brujos (as) en Panamá es falso.
En verdad que leer los anuncios nos indica que panameños (as) creen en esos personajes. Y están dispuestos a pagarles "consultas" para "que vuelva el marido que se fue", "atraer a la mujer que no les hace caso", "ganarse la lotería en pocos días", etc.
Muchos de esos brujos son extranjeros, aunque hay varios del patio que dicen son acertados.
Quise conocer la opinión de alguien del pueblo "de abajo". Por supuesto que fui a ver al famoso Cholito Mesero del viejo café de Santana.
Con una sonrisa me contestó que era cierto que en Panamá había su buena cantidad de brujos y brujas. "Los hay por todas partes, señor periodista. En el PRD por lo menos hay dos y también en la Asamblea", señaló el bellaco Mesero.
Alguien me dijo que deben ser buenos brujos aquellos que "entraron limpios y salieron millonarios y no se les hizo nada". Esa persona no quiso que mencionara su nombre, por miedo a que le echaran alguna porquería.
Aunque haya brujos en Panamá el asunto de la celebración del Día de las Brujas o Halloween, no es muy adecuado.
Esa es una costumbre que viene del exterior. Es lamentable que en algunos negocios y escuelas se les dé mayor importancia a ese día, que a las fiestas patrias.
También hay que criticar a jovencitos que lanzan huevos y otras cosas, afectando a quienes no tienen nada que ver con eso.
Pero muchos panameños son fiesteros. Si no tienen suficiente motivos nacionales para celebrar, echarán mano a lo de afuera.
Así que veo difícil que por el momento se pueda impedir esa celebración. A fin de cuentas, sin pensar a fondo en eso de la brujería, todo se reducirá a una actividad económica, a un negocio.
Sería bueno que los padres orientaran a sus hijos sobre el Halloween y las brujas. No tomemos a relajo algo que para muchos es serio.
Recordemos que somos un pueblo emotivo. A veces no le hacemos caso a lo importante, para apoyar lo que no tiene valor.
