Está de moda. Buscar el che-chen diario no tiene barreras ni impedimentos a la hora de resolver el día. Esta es la mentalidad de algunas muchachas que se dedican a tirar sus encantos a los "mogos" que caen en sus tentáculos.
No hay escenario donde no exista una de éstas. Se han dado casos en las instituciones de gobierno y en las empresas privadas. Sus armas suelen ser sus ojos, su manera de hablar y sus piernas.
Parece que ahora entre las chicas está de moda ser una "sacaplata". Si vemos las novelas más recientes, como esa de los senos, nos damos cuenta de que en horario estelar se está promoviendo el estilo de vida de juntarse con un hombre de billete (sin importar de donde venga ese billete) para sacarle todo lo que pueda. Ese billete es la fuente para conseguirse joyas, aumentos quirúrgicos de busto y nalgas, y cualquier otra cosa material de esas que creemos que importan.
En esa eterna búsqueda de hombre con la apariencia de ser billetudos, de vez en cuando las sacaplatas se encuentran con un limpio, como tú o como yo. Entonces es que comienzan los problemas, generalmente para el varón.
Si has sido congueado por una "sacaplata", debes ir conociendo que sus ojos son como una mano que te hace llegar a ella. Una vez cerca, te tiran un gancho que pudiera ser: "Hey, ¿por qué no me pagas un batido?" o "¿me puedes dar un aventón cuando sales?". Ya aplicada la estrategia del ojo y su lengua, ellas recurren a sus piernas. Con este disparo caen más de cuatro. Así se aseguran que su presa está atada, pero no sólo las enseñan, sino que también permiten que las toquen un poquito.
La habilidad de esta clase de chicas ha llegado a tal punto que conocen bien los límites a que tienen que llegar para evitar que en realidad su presa las invite a tener relaciones sexuales. No dicen no a la propuesta. Ellas suelen decir: Vamos tal día. Esta es una manera de chifear al "mogo" para mantenerlo babeándose por ella hasta que le quita toda la plata que pueden.
Todo su operativo lo realizan confesando que tienen novio, pero que en realidad pelean mucho. La intención es no hacer escapar a la presa.
Si usted forma parte del grupo de hombres que está atado a una de ellas, abra los ojos y despierte porque sin darse cuenta está siendo asaltado a mano armada por una "sacaplata".
Los expertos en materia sentimental dicen que a estas chicas se les combate con una estrategia similar. Darle cuerda como se hace para pescar el pez y después que 'muerda' el anzuelo, jalar la cuerda.