Miles de panameños en la ciudad capital se vieron afectados ayer por la negativa de varias piqueras de prestar el servicio de transporte a los usuarios por los operativos que desde la madrugada hicieron las autoridades del tránsito.
El servicio de transporte público estuvo prácticamente suspendido hasta pasadas las 2: 00 p.m., cuando después de una reunión de varias horas a puertas cerradas con las autoridades, estos volvieron a prestar el servicio.
Los trabajadores llegaron tarde a sus empleos y luego en la tarde hubo que esperar horas para abordar un autobús que los retornara a sus hogares.