El piloto español Fernando Alonso, que el domingo en Brasil se proclamó por segundo año consecutivo campeón del mundo de Fórmula Uno, acudió ayer a la fábrica de la escudería Renault F1 en Enstone (Reino Unido) para despedirse en persona de todos los empleados.
Alonso se dirigió a los 540 empleados de Renault F1 para darles las gracias por el trabajo desarrollado, que ha permitido ganar por segunda temporada consecutiva los dos títulos en juego (pilotos y constructores).
"Gracias, muchas gracias a todos. Realmente no tengo nada nuevo que decir. Sólo quiero dar las gracias a todos y cada uno de los miembros del equipo que han colaborado para ganar los dos campeonatos. Ha sido una temporada muy dura, en la que la lucha con Ferrari ha sido muy cerrada", dijo Alonso, que en el 2007 será piloto del equipo McLaren-Mercedes.