Dos tantos de oportunismo de Gudjohnsen en la segunda mitad dejaron prácticamente sentenciada la eliminatoria de Copa a favor del Barcelona, que logró imponerse a un Badalona (1-2) que fue superior en la primera parte y que obtuvo el premio a su esfuerzo con un gol de penalti en el tiempo de descuento.
Rijkaard aprovechó el partido para, además de dar descanso a casi todas sus estrellas, hacer un nuevo experimento: probar un 4-2-3-1 con Saviola como una de las mediaspuntas y Gudjohnsen de delantero centro.
Al jugador argentino, que pierde enteros cuando juega alejado del área, a penas se le vio en la primera mitad, y sólo Gudjohnsen llevó algo de peligro a la portería de Relaño.