El turista recién llegado a Tocumen se notaba "a leguas" que era colombiano.
Le dijo a los compañeros de fila al pasar aduana que se iba de inmediato a comprar a la Zona Libre de Colón.
Declaró que traía más de diez mil dólares...
Todos estos detalles fueron captados por un "infiltrado" de los asaltantes, especializados en robar turistas en el trayecto a Colón.
El sujeto, que muy bien podría ser un funcionario, hizo una llamada supuestamente a su familia. En clave dio los datos para identificar al ingenuo turista.
Alquiló un taxi el colombiano y cuando se dirigía a Colón se aparecieron dos autos, con gente armada para asaltarlo.
Aquí ocurrió lo que nadie se esperaba. Dentro del supuesto taxi habían dos personas más ocultas, miembros de un escuadrón especial antirrobo de la Policía.
Hubo intercambio de disparos y heridos. Y se desbarató una banda que por mucho tiempo ha asaltado turistas que van a la Zona Libre.
Esta es una recomendación que le hago a la poca eficiente Policía Nacional.
No soy experto en antirrobos, pero cualquiera puede buscar la manera de acabar esa banda que funciona en Tocumen... ¡aunque lo niegue nuestra flamante Policía!
Sobre la violencia descontrolada que existe en El Chorrillo y otras áreas de la capital la solución tampoco es difícil.
Si los militares de Gobierno y Justicia y la Policía Nacional recordaran la historia, sabrían como solucionar este caos en que nos encontramos los panameños.
Aquí existió el presidente Marco Robles. Ante el aumento de la delincuencia en ciertos barrios (¿los mismos, verdad?), tomó una decisión que hizo historia.
Puso Policías con rifles en las esquinas de los barrios calientes, como El Chorrillo, Calidonia, etc.
La orden era disparar contra los maleantes y así se hizo cuando fue necesario. Ni qué decir, bajó el crimen y ese Presidente pasó a la historia como "Marco Rifle".
(También acabó con el ganado en soltura. ¡Abaleen todo animal que encuentren fuera de su potrero, santo remedio...!)
Respecto a las armas que abundan en la maleantería panameña, también habría que infiltrar policías encubiertos para conocer de dónde vienen.
Es absurdo que un panameño honesto no pueda conseguir un permiso de armas con facilidad; mientras que un chiquillo maleante compra su "cohete" en cualquier esquina de su ghetto...