Los elegantes muebles de mimbre otorgan un aspecto juvenil y propio a los rincones de la casa, aderezados con este mobiliario. Las posibilidades que ofrece el mimbre son diversas, desde multitud de complementos hasta robustas hamacas, sillas y mesas, que son ideales para el jardín.
Para los espacios interiores, el mimbre se puede combinar con tapizados al gusto de cada persona, lo que favorece la armonización de todo el conjunto de la estancia donde se coloquen estos muebles. Las cómodas y robustas butacas de caña se pueden tapizar con simpáticos estampados, perfectos para los espacios interiores, frescos y luminosos.
Las sillas, mesas y complementos como bandejas o cestas, elaboradas en mimbre de color claro son las más adecuadas para las estancias exteriores, patios, galerías, porches y jardines; apropiadas para disfrutar al aire libre de las brisas estivales. Las piezas elaboradas en mimbre suelen ser de una elaboración exquisita, de indiscutible belleza y romanticismo.
Hay que destacar la robustez de este material que, pese a su aparente fragilidad, es tan fuerte como la mejor de las maderas. Un cuidado oportuno hará que los muebles se conserven en perfecto estado durante un largo tiempo.
Aunque la mayoría del mobiliario realizado en mimbre se utiliza para decorar con un estilo alegre, a la vez que elegante la casa de veraneo, también es cierto que este material favorece un ambiente totalmente acogedor en cualquier tipo de hogar.
En cuanto a las mesitas, éstas suelen colocarse en estratégicos rincones de la casa, bien para decorar o con alguna figurita o flores, incluso para colocar sobre ellas el teléfono. Del mismo modo, los muebles de mimbre pintado de un color más oscuro realzan la elegancia de las distintas habitaciones del hogar.
Cortesía: Almacén La Onda