Por esa calle rondaba el pequeñito. A veces detrás de su padre, un salsero de acero. Un panameño que saltaba y brincaba cuando escuchaba el cuero sonar y repicar. Ese era el "Timbalero del Barrio".
Más atrás venía el pequeño.. al que todos le decían "Pelenchín" y al que vieron nacer con guantes, según dijo una partera en Colón.
Una calle de campeones.. de glorias. Una calle donde la pelea esta a la orden del día y en donde aquel muchacho que no tira la mano se lo come el pavimento.
Creció y se hizo hombre. Su padre ya no esta, pero es hora de rendirle tributo a "Pelencho"..
Su hijo lo ha dicho. "Seré campeón para ti.. aunque no estés", refiriéndose a su padre.
Celestino Caballero, el "Pelenchín" tiene una dura batalla mañana, sábado, en el Centro de Convenciones Figali.
Panamá te apoya!
Vamos a unos cortitos de Celestino, el hijo del "timbalero".
SU VIDA ES SU FAMILIA Y EL BOXEO
Su familia.. porque cada golpe que lanza arriba del ensogado es pensando en el bienestar de sus tres hijos y de su querida esposa.
El boxeo.. porque es lo que más ha disfrutado desde que era un niño, ya que su padre y su abuelo fueron también boxeadores, pero en la rama aficionada.
Ese es el colonense Celestino "Pelenchín" Caballero, quien este sábado tendrá la oportunidad de hacer realidad su sueño: ser campeón del mundo.
Criado en Calle 8 y Central, Calle 4 y en el Sector de La Playita, en la provincia de Colón, Caballero siempre mostró su entusiasmo por el boxeo desde muy niño, así como lo hizo saber su madre, Ana Martínez.
"Cuando Celestino nació, recuerdo muy bien que una señora mayor, que fue mi partera, dijo que él tenía unos guantes puestos. En ese momento no le tomé mayor importancia, pero ahora veo que esa señora no se equivocó, porque mi hijo se convirtió en boxeador", dijo Ana Martínez, quien agregó que "mi hijo siempre andaba con su papá en todos los gimnasios y en las peleas. A mí nunca me gustó que peleara. Sin embargo, ahora sólo me queda apoyarlo y espero que Dios me lo ilumine para que se pueda coronar campeón del mundo".
UNA PIEDRA EN EL CAMINO
"Pelenchín" Caballero era la nueva sensación del boxeo en Panamá. Muchos lo comparaban con grandes boxeadores istmeños como Panamá Al Brown e Hilario Zapata, entre otros. Hasta marzo de 2003, mantuvo su récord impecable en 17 presentaciones, con 13 victorias por la vía rápida. En su poder aparecían los títulos Súper Gallo de la FEDECENTRO y de la FEDELATIN, que avalaba la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), y el Latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Sólo era cuestión de tiempo para que Caballero disputara un título del mundo. Sin embargo, algo inexplicable pasó.. un hecho que le cambió por completo la vida a "Pelenchín". Era el 16 de mayo de 2003 y en el gimnasio Roberto Durán, el gladiador colonense le estaba dando una paliza al venezolano José "Cheo" Rojas a la altura del tercer asalto, cuando de repente.. sólo se escuchó el sonido de un cuerpo cayendo en la lona. Aquel cuerpo era el de Celestino Caballero, quien fue fulminado de forma contundente a los 2 minutos y 59 segundos.
"Desde ese día mi vida cambió. Aprendí de esta lección, porque logré levantarme desde las cenizas con la ayuda de Dios y mi familia, para hoy estar a las puertas de la gloria", expresó Caballero, quien espera con ansias medirse mañana, sábado, al venezolano Yober Ortega y conquistar el título Interino Súper Gallo de la AMB.