El tiempo pasa rápido. A Cable & Wireless y a Movistar se le acaba el reinado para estar solos en el mercado de la telefonía celular y tendrán que repartir parte del pastel que se calcula en más de $300 millones anuales.
Panamá ha experimentado un sabor agridulce con las privatizaciones. Algunos consideran que los precios se han disparado, mientras que otros aseguran que el desarrollo tecnológico ha sido inimaginable. Han pasado 10 largos años, tiempo prudencial -según las normas- para repartir las tarjetas de invitación a los interesados en participar de la licitación pública internacional que otorgará dos concesiones para operar telefonía celular en Panamá.
Según el calendario de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP), el día 27 de este mes se hará la invitación, pero no será hasta mayo del 2008 cuando se elijan a los dos invitados para entrar a la fiesta de las telecomunicaciones.
Los analistas consideran que los actuales operadores tendrán que amarrarse los pantalones porque quien gane hará ofertas para conquistar abonados. No es un secreto que se diga con sarcasmo que los cálculos de la población real de Panamá sea más de 3 millones de habitantes, porque no se sabe de dónde salen 2 millones 174 mil clientes de las compañías de telefonía celular.
¿Quiénes ganarán? Es la pregunta que se hacen muchos panameños que esperan mejores precios y mejores días. Hasta ahora suenan los nombres de algunas compañías entre cuales se mencionan a Vtel, Orange, Global Star Panama, Millicom Internacional Celular S.A., América Móvil, Digicel, Pan American Wireless, entre otros.
Se confía plenamente en el proceso. Ya la ASEP ha prometido la transparencia que requiere todo licitación.