Considero que es justo publicar mi protesta contra aquellos medios e individuos que se dedican a desprestigiar al docente panameños sin considerar que aún existimos profesores consagrados a la educación.
Si aún existimos educadores consagrados a la educación, es sólo producto del amor al prójimo, pero no por obligación: Si cobramos por nuestros conocimientos no es porque seamos sofistas o prostitutas(os), como nos acusa el periodista Carlos A. Navarro (ver "Educadores o Sofistas", 1
10/2007, Crítica Libre) donde comete el craso pecado de injuriarnos y meterse en un terreno que desconoce totalmente.
A) No es el cuerpo docente el culpable del deterioro de la educación.
B) El señor Navarro desconoce el término "Educación Domesticadora", la cual es impuesta por el Estado para someter al ciudadano común.
C) Los profesores, al igual que él, tenemos derecho a sustentar nuestras familias y a nosotros mismos... por tanto cobramos.
D) Como profesional idóneo, se me paga por mis conocimientos, y no por mi tiempo.
E) Entiendo que cuando se nombra a un seudo-educador, se le paga por su tiempo. Implica esto que hasta un asno puede ser nombrado profesor. No hay diferencia entre asno, seudo-educador y botella.
F) Ignora nuestros verdugos que, además de la política, uno de los más grandes problemas de la educación es la intromisión de los sicólogos en los asuntos educativos.
Se dice que "el león mata al cachorro de otro león para preservar su genética", pero yo, como ser humano, no puede hacer tal atrocidad, si no que hago lo inverso.
En nuestros colegios hay muchachos brillantes que necesitan de un trato especial para preservar sus inteligencias, igualmente hay estudiantes con inteligencias normales con deseos de superarse , que deben contar con profesores idóneos. Todo educador debe ser rico en conocimiento y vocación, porque la educación es integral. Un sólo profesor incompetente entre cien dejará un bache en la educación del individuo.