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Escenas como estas son comunes en comunidades costeras de la región de Chame (Foto: Cortesia ANAM) |
Un cuarto de pollo al carbón con patacones y una cerveza, bien fría. Quien no ha disfrutado de éste placer. Pero, se ha preguntado usted de dónde proviene el carbón usado para el cocimiento de ese sabroso plato, pues bien de un mangle, una espacie maderable que sólo crece en las costas y que científicamente tiene un incalculable valor. A raíz de su comercialización los bosques en las costa de Chame en la bahía de Panamá, Antón y la región de Azuero están siendo golpedas severamente.
Ante tal realidad fue creado el programa de Conservación y repoblación de las áreas amenazadas del Bosque de manglar del Pacífico Panameño que lleva dos años, a un costo de 491 mil balboas que ejecuta ANAM y con el financiamiento de la OIMT -Organización internacional de maderas tropicales,- en estas áreas y que tiene como prioridad la conservación de unas de 4 mil hectáreas de bosque de manglar concentradas en la bahía de Chame que se calcula en 6 mil hectáreas.
El otro componente, de acuerdo a Carlos González experto del programa, es la restauración de 500 hectáreas de boques de magle, repartidas en la comunidades de Monte Oscuro, Sajalices y El Espavé, toda costeras de la Bahía de Panamá en la región de Chame, en donde por generaciones sus pobladores han vivido de la explotación del mangle.
Juliana Chavarría, ingeniera agroforestal de basta experiencia destacó que lo más difícil fue ganarse la confianza de los lugareños para introducir las técnicas de reforestación, lo que se ha logrado con la toma de conciencia por su parte.
Alcibiades Rodríguez, de la comunidad de Sajalices así lo confesó. Para él, que ha vivido toda la vida de hacer carbón sabe ahora que sembrar será la única manera de asegurar para el futuro esta actividad que le da el pan de cada día a él y muchos otros del pueblo.
El programa incluye la recolección de semillas de mangle y su posterior siembra en viveros- que los mismo pobladores cuidan,- hasta llegado el momento de su siembra.
De acuerdo a González y Chavarría una vez culminado el proyecto se espera que al final del camino la capacitación a ésta población les permita la autonomía y que ellos mimos se conviertan en guardianes del bosque de mangle y su adecuado aprovechamiento.
Desafortunadamente en la actualidad los métodos usados para la explotación del mangle no permite su máximo aprovechamiento.
Por ejemplo la extracción de carbón, mayor actividad en la región de Chame, requiere de unos 12 a 15 árboles en edad madura para producir unos 100 sacos, que son vendidos en el mercado por los carboneros a un precio de B/1.50
SU VALOR CIENTíFICO
De acuerdo a los expertos el manglar es el habitad de reproducción de cientos de especies marinas que irremediablemente desaparecerán con la deforestación de estas áreas.
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