El mundo de la delincuencia no es para todos. Y el que camina por los senderos malos debe conocer que además de ser marginado por la sociedad, es buscado por la justicia y regularmente sus amigos terminan siendo sus verdugos.
Dos adolescentes, quienes se conocían a la perfección viajaron desde la provincia de Colón para residir en Curundú, en la ciudad capital, y así concretar sus sueños de ser "capos".
Y resulta que uno de ellos encontró la muerte. Según una fuente, vinculada a la investigación lo más probable es que jugaban a la ruleta rusa con el arma y ésta se le disparó y murió el adolescente de 15 años, quien tenía dos orificios ocasionados por un proyectil que entró por el pómulo derecho y salió por la parte superior de la cabeza.
La otra versión es que su amigo, de 11 años le disparó, y tras el hecho salió huyendo, en la actualidad está prófugo.
HACíAN EL MAL POR UN BIEN
Lo poco que se conoce de los menores es que tenían ya buen tiempo de estar por la comunidad de la Casita, en Curundú.
Según la fuente, "-los niños de la calle- porque eso es lo que son" tenían como objetivo robar prendas, ropa de marca y hasta accesorios de vehículos, los cuales eran vendidos después y de allí obtenían dinero para llevarle a sus respectivas madres en Colón.
Tras escucharse las detonaciones, un vecino del lugar, salió para ver qué ocurría y al entrar al humilde inmueble de madera se percató que el menor estaba muerto.
Inmediatamente, otra persona comunicó a la Policía de Curundú de la tragedia, y estos salieron a hacerle frente al criminal, pero ya era tarde. El presunto homicida se había desplazado hacia la terminal de transporte, donde no se pudo encontrar.
DISPARó SIN QUERER HACERLO Y DEJó UN MUERTO
La Policía Nacional junto a los demás estamentos de seguridad tratan de conocer mayores detalles del hecho que dejó un muerto, en Curundú. Aumentan cifras de asesinatos en el país.