Imponente y abrumador. Así es el río Chagres, el mismo que alimenta el hoy tan cuestionado Canal de Panamá.
Chagres, también es el nombre del parque forestal que resguarda estas aguas, y que el pasado 2 de octubre cumplió 22 años desde que fuera declarado como tal, por decreto ejecutivo en 1984. Está compuesto por cuatro áreas definidas: Cerro Azul, Alajuela, Boquerón y Cuango.
En gira realizada, su director, Camilo Grande, destacó que el parque, que cuenta con 135 mil hectáreas de bosques, es el proveedor del 40 % de las aguas que dan vida al Canal de Panamá y del que se extrae el agua que beben y utilizan casi un millón de panameños residentes en Panamá y Colón.
De acuerdo con Grande, la importancia del parque, entre otros aspectos, radica en los 931 millones de M3 de agua que posee. Cantidad que sólo aporta el Río Chagres, sin contar con los otros 435 millones de M3 cúbicos que aportan los ríos Boquerón, Indio y Pequení que pertenecen al parque.
Dentro de las 130 mil hectáreas, habita un aproximado de 19 mil personas repartidas en unas 34 comunidades, muchas de las cuales practican la agricultura de subsistencia y la ganadería extensiva, convirtiéndose, entre otros, en problemas a los que se enfrenta la administración
DIFICULTADES QUE ENFRENTA
Para su mayor y mejor manejo, el parque ha sido zonificado, con lo que -según Grande- ayuda a hacer frente a las dificultades a las que se enfrenta la administración.
La tala, el avance de la frontera agrícola, la caza furtiva y, lo más grave, la presión que ejerce el crecimiento demográfico del centro de la ciudad hacia las afueras fueron enlistados por los técnicos que intentan -a través de estrategias a largo plazo- hacer frente al mantenimiento de esta reserva de valor incalculable para el nivel de vida de todos los panameños.
ATRACTIVOS
Básicamente, el parque ofrece turismo de aventura, por sus componentes hídricos y boscosos. El río Chagres y Pequení son navegables en bote, además del lago Alajuela, ya que éste es uno de los mayores atractivos, en el que se puede desarrollar actividades de canotaje, paseo en lancha, piraguas, deporte de remos en general y vela.
A todo ello, se le suma el valor biológico, componente número uno del turismo ecológico, gracias a sus cuatro zonas que incluyen bosques que van desde el húmedo tropical hasta el nuboso que encontramos en Cerro Azul.
Más información 315-0585 ANAM.