Lo sucedido con la muerte de 19 panameños por un síndrome desconocido todavía arroja muchas interrogantes y no termina al lanzarle inicialmente un grado de responsabilidad a un determinado medicamento.
Las investigaciones deben profundizarse, porque estamos hablando de panameños que han perdido la vida. Sus familiares merecen una aclaración, indemnización y luego el Ministerio Público debe instruir un sumario para determinar las responsabilidades del caso.
La realidad es que los medicamentos para los hipertensos pueden provocar una serie de complicaciones y presentan contraindicaciones. Es preocupante que al momento de entregar ese tipo de productos en las farmacias del Seguro Social, no se les incluya a los asegurados la literatura que preparan los propios laboratorios fabricantes para advertir los efectos secundarios de éstos.
El entregar esa documentación debería algo obligatorio por parte de la CSS y un derecho de los asegurados. Así mismo habría que investigar si los médicos le hicieron las advertencias del caso a los pacientes sobre el cuidado de no combinar ese medicamento con otros y si le recetaron la dosis correcta.
Así mismo, los pacientes deben entender que no pueden aumentar unilateralmente la dosis de los medicamentos porque se exponen a daños severos a su salud.
Hoy el luto embarga a muchos hogares y además existe el temor por parte de 9, 000 panameños que recibían el tratamiento contra la hipertensión recetado por la Caja de Seguro Social, razón por lo cual habrá que esclarecer de la mejor forma posible todo lo sucedido y exigir las responsabilidades del caso. La familia de las víctimas merecen al menos esa satisfacción.