Estamos de acuerdo con los homenajes en vida. Luis Ernesto "Cascarita" Tapia, autor del primer gol panameño en eliminatorias mundialistas frente a Costa Rica en 1976, y su destacada actuación con el Alianza de El Salvador, a mediados de los años sesenta, le abrió las puertas a los panameños en Centroamérica.
Muchos quizás no lo recuerdan, Cascarita Tapia jugó como refuerzo con el Atlético Marte de El Salvador, enfrentó el 19 de marzo de 1971 al famosísimo Santos de Brasil, quien tenía en su alineación a Edison Arantes do Nascimento, el "Rey Pelé".
El escenario de ese importante encuentro fue el Estadio Revolución, hoy nombrado con justicia Rommel Fernández Gutiérrez, con un ingreso de más de 25.000 aficionados.
A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, a Rommel Fernández, nuestro recordado y querido "Panzer" , considerado uno de los deportistas más importantes de este suelo istmeño, se le rindió homenaje póstumo al nombrar al Estadio Revolución con su nombre y luego restaurarlo para orgullo y satisfacción del pueblo panameño.
Adyacente al monumental Estadio Rommel Fernández se construyó una excelente cancha sintética con medidas reglamentarias y algunas facilidades para comodidad del fútbol nacional, el que llaman " El Rommelito ".
Nuestras autoridades deportivas y, en especial, la Federacion Panameña de Fútbol, en nuestra humilde opinión y comprometidos con la promoción de los valores que representan sus mejores atletas, deberían brindar un homenaje en vida a Luis Ernesto "Cascarita " Tapia y colocar su nombre en esta nueva y moderna cancha sintética ubicada en el mismo corazón de la ciudad deportiva Irving Saladino.
Agradezcamos en vida al sencillo y humilde hijo de esta patria, "Cascarita", que en su mejor momento fue llamado "El Pelé de Centroamérica".