Se afirma que a pesar de las distancias que separan al ser humano geográficamente y de nuestras diferentes culturas, idioma, religión e ideas, hay un peligro colectivo que nos une a todos y es la "contaminación de nuestro planeta tierra".
La capa de ozono, el calentamiento global, los cambios climatológicos y la contaminación parecen ser problemas insolubles y de sufrimiento humano a nivel mundial; consecuencia de la destrucción del ambiente y la naturaleza, que es nuestra fuente de vida y riqueza natural. La humanidad fue creada con sentido altruista y propósitos en la vida, como el de ayudar, mejorar, conservar y preservar; por lo que la "incuria" o poco cuidado, apatía, indiferencia y negligencia jamás debe ser característico de la sociedad o personas.
Biólogos y ecólogos han manifestado que se prevee la "posibilidad" de que en un futuro no muy lejano, se tenga efectos muy negativos y devastadores en la fauna, flora y en la vida humana, debido al desarrollo, modernismo, urbanismo, industrialización, minería, superpoblación, (por efecto del consumo y los desechos) y accidentes ecológicos, como los tifones, huracanes que afectan los recursos alimenticios, trayendo devastación o pérdida en las cosechas. Aunado, las tierras cultivables y fértiles mundialmente, que se hallan en explotación, donde se sustraen millones de hectáreas, para la tala de árboles; trayendo desastres y desequilibrio ecológico en el medioambiente.
Igualmente, los residuos y evacuación de materiales de todo tipo, que afecta desfavorablemente las aguas dulces y los mares, sin olvidar las ciudades en todo el mundo, que están cubiertas de nubes de humo y productos contaminantes que traen enfermedades al cuerpo humano, y transportados por el aire destruyen árboles y ocasionan muerte a los animales más pequeños.
El desarrollo, la modernización urbana, la lucha por el poder y ventajas económicas, así como el vivir bien o el modo de vida cómoda seguirá siendo una fuente de conflicto social entre el poder y la conservación. Lamentablemente, la tierra es la afectada; por lo que parece no importar el precio que tenga que pagar el medioambiente. Venimos del polvo de la tierra, vivimos de la tierra y dependemos absolutamente de ella. Seguirá siendo un lugar habitable, si todos ponemos de nuestra parte para conservarla y preservarla.