Tomado del MIDA
La Dirección Nacional de Salud Animal, desarrolla dentro de las Campañas Zoosanitarias, el Programa de Prevención y Control de la Rabia Silvestre, cuyo principal objetivo es disminuir las pérdidas ocasionas por esta enfermedad a la ganadería nacional y su posible transmisión a humanos.
Ésta es una enfermedad vírica aguda mortal, que ataca el sistema nervioso central. Afecta a todos los animales de sangre caliente, principalmente bovinos, equinos, porcinos, ovinos, caprinos y a los humanos que estén en contacto con animales enfermos.
Esta enfermedad tiene un periodo de incubación con fluctuaciones entre los 25 y 150 días, esto va a depender de dónde el virus fue inoculado (ubicación de la mordedura). Los síntomas predominantes son de tipo paralítico, por ello, se denomina la enfermedad paralítica.
Entre los principales signos que presentan los animales enfermos podemos mencionar: que se alejan del grupo, pupilas dilatadas, pelo erizado, somnolencia, depresión, movimientos anormales en las extremidades posteriores, lagrimeo y catarro nasal. Los periodos de furia son raramente observados, pero se pueden notar temblores musculares, priapismo e hipersensibilidad.
La Dirección Nacional de Salud Animal, para la prevención y control de esta enfermedad, recomienda realizar: El reporte inmediato de casos con signos compatibles a Rabia Silvestre, capturas de hematófagos tomando en consideración (el porcentaje de mordeduras en el rebaño, fases de la luna (luna llena), y vacunación anual en áreas endémicas -conservando la cadena de frío de la vacuna-).