Los ganaderos de Caldera en el distrito de Boquete no duermen de la preocupación porque los cuatreros siguen sacrificando las reses de forma clandestina en los mismos potreros.
Elis Ríos, edil del corregimiento de Caldera, explicó que el problema es que nunca hay testigos para señalar quiénes son los responsables de estos hechos. Además, en la comunidad sólo se cuenta con un policía.
Los ganaderos encuentran en las fincas las osamentas de las reses que los cuatreros han sacrificado y es una realidad que les preocupa grandemente, porque este corregimiento lleva el 80% de la producción de ganado en el distrito de Boquete.