EDITORIAL
Neutralidad ante el terror
A raíz de la invocación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), pata apoyar a Estados Unidos en su guerra global contra el terrorismo, algunos sectores han cuestionado la posición de Panamá, de respaldar la iniciativa que cuenta con el apoyo de otros 22 países.
Nadie es tonto para asumir que las naciones de América puedan brindar un gran respaldo militar a la mayor potencia del mundo, que hoy trata de recuperarse luego de los atentados contra el centro de comercio mundial que operaba en Nueva York y las oficinas del Pentágono.
Se trata de una solidaridad más que todo diplomática, porque como reza el tratado surgido en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial: un ataque armado a un miembro del TIAR debe ser considerado un ataque a todos los países que ratificaron ese instrumento.
La guerra declarada por el presidente George Bush no es sólo contra el saudí Osama bin Laden. Se incluyen a grupos irregulares de la vecina Colombia como la guerrilla y los paramilitares, calificados como terroristas en los informes del Departamento de Estado. Aunque algunos pregonan que Panamá debe extender la neutralidad del Canal Interoceánico a todo su territorio, muchos especialistas estiman que la nación no puede adoptar esa posición ante el terrorismo.
Si bien es cierto que el TIAR no ha sido efectivo en anteriores ocasiones en las que se les ha convocado, como en los ataques que sufrió Panamá por parte de Estados Unidos, en enero de 1964 y en la guerra de Las Malvinas, hay que entender que ahora el peligro es diferente. El mundo se enfrenta a extremistas sin rostros, que están dispuestos al suicidio para completar la misión que se le asigne.
Panamá no puede mantenerse al margen de una colaboración contra el terrorismo. Una cosa es la neutralidad de la vía acuática, y otra es ignorar el espantoso crimen que se perpetró contra nacionales de diversos países residentes en Estados Unidos.
Lo que corresponde ahora al país es reforzar la seguridad en los puertos y aeropuertos, establecer mejores mecanismos para controlar el ingreso de extranjeros e intercambiar información de inteligencia, porque con los atentados perpetrados hace trece días, nadie está a salvo en este mundo terrenal.
PUNTO CRITICO |
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