Simón Santimateo Flores, uno de los cabecillas en el hurto de 103 kilos de cocaína de la bóveda de la PTJ, fue detenido en un allanamiento realizado en una residencia en la Urbanización San Antonio, en San Miguelito.
La detención del sujeto se produjo luego de una llamada anónima en donde se alertaba de la presencia del individuo en la casa.
Santimateo estaba prófugo desde agosto del 2004, y se le vincula en el caso porque una de sus huellas dactilares fue encontrada en los sacos utilizados para el embalaje de la droga.