Gracias a una operación encubierta de El Panamá América se descubrió la falsificación y venta de un diploma del Instituto Laboral María Auxiliadora de Chame. Cuando el anterior ministro "ido" se enteró, anunció iracundo que se investigaría "hasta sus últimas consecuencias" y se sancionaría a los responsables. Además, ordenó el cierre del colegio, de unos 150 estudiantes. Nunca pude entender esa decisión, absolutamente desproporcionada, del señor Bernal.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en la antigua Checoslovaquia, un grupo de patriotas emboscó y mató (ajustició sería lo correcto) a uno de los hombres más perversos del régimen nazi: Reinbard Heydrich, conocido como "el ángel de la muerte". Heydrich era uno de los favoritos de Hitler y como represalia se dispuso no perder tiempo en buscar a los responsables sino liquidar un pueblo entero; mataron a todos sus habitantes, destruyeron todas sus casas y lo arrasaron con aplanadoras hasta que lo borraron de la faz de la tierra. Ese pueblo se llamaba Lídice. En recuerdo y homenaje a las víctimas de esa barbarie en muchos países del mundo se bautizó un pueblo con ese nombre. El nuestro que no queda lejos de Chame, es uno de ellos.
Los hechos que dieron lugar a la tragedia de Lídice son, desde luego, distintos al caso del Instituto María Auxiliadora de Chame, pero la medida de cerrarlo es igualmente una salvajada. Que sepamos, ninguno de los estudiantes falsificó el diploma del escándalo. Si autoridades del colegio fueron autores o cómplices del delito, las sanciones deben recaer en ellos pero, de ninguna manera, cerrar el colegio, que es un castigo a los estudiantes.
Este comentario lo escribo porque se ha informado que los estudiantes del Instituto María Auxiliadora, que seguramente todos son de escasos recursos, perderán el año escolar como consecuencia del cierre definitivo del plantel. El derecho a la educación es sacrosanto. Lo consagran y lo defienden todas las declaraciones de derechos humanos. Si al ministro defenestrado se le fueron las cutarras, el actual debe corregir el error.