Hace más de una semana, Raúl Caballero quedó atrapado en la bóveda del cementerio. Lo tomó como un aviso del destino y no se equivocó. El trabajador del mar perdió la vida la noche del martes en la barriada Omar, en Arraiján, cuando un bote lo aplastó.
Caballero, de 43 años, se dedicaba a la pesca artesanal. Cuando preparaba la embarcación "Manuelito Playa" para que fuera remolcada al puerto de Vacamonte, ésta le cayó encima.
Todo sucedió cuando trataban de levantar el bote con gatos hidráulicos y unos pedazos de tucas para subirlo a una mesa de una mula.
Raúl ayudaba al señor Manuel, dueño del barco. Eran 10 personas las que ayudaban a levantar el bote, contó un testigo. Caballero vivía en la barriada Omar, y ese sería el bote en que viajaría ayer para iniciar las labores de pesca con sus compañeros del barrio y de trabajo.