Cipriano Montero, de 49 años, fue dado de alta en el Hospital Manuel Amador Guerrero, donde hace 8 días ingresó mutilado.
Montero se había quedado dormido sobre los rieles y el tren le quitó las piernas.
El hombre, aunque disimuló su tristeza y dolor por quedar sin piernas, agradeció a Dios el haberle permitido salir con vida en este accidente y poder reunirse con sus familiares en su humilde vivienda en la comunidad de Río Rita, en las afueras de Colón.
Cipriano salió en compañía de su hermano Daniel Montero, quien en todos momentos estuvo a su lado.
El hombre aseguró quedarse dormido al momento del accidente, luego de haber laborado por dos días, y el cansancio se apoderó de su cuerpo. "No sentí nada. Desperté cuando estaba en el hospital, ya sin piernas".
Daniel Montero, hermano de Cipriano, manifestó que luchará por seguir adelante con el poco recurso económico que cuenta, más aún en las condiciones en que quedó su familiar que tiene tres hijos menores de edad y dependían del ingreso que éste generaba como celador en Transporte Daniel.
Daniel aseguró que la situación será difícil cuando tenga que trasladarlo a sus citas y obtener sus medicinas, "pero veremos como hacemos. Dios es grande".
Cipriano reside junto a sus dos padres que tienen cerca de 70 años, y que a duras penas tienen una humilde casa de bloque con pocos muebles, pero espera que la buena fe de sus jefes y otras personas se solidaricen con su tragedia y le ayuden a salir adelante.