Desde hace un año, la esquina Calidonia y Calle M se ha convertido en un lugar concurrido por muchos parroquianos que llegan en busca del llamado Viagra Marino, preparado con ostiones frescos procedentes de los arrecifes coralinos de San Carlos.
Juan Pablo Medina, el creador de este peculiar producto, como estimulador del libido, es pionero en esta actividad económica en el centro de Calidonia, hasta donde llegan decenas de personas, especialmente caballeros maduros a buscar este exótico suplemento de energías.
"Le ofrecemos salud y vigor a todos los que tienen problemas de potencia y no pueden cumplir con sus obligaciones íntimas", dijo jocosamente el comerciante que se ha convertido en un representante típico de la cultura urbana nacional.
ABUNDANCIA DE ZINC Y HIERRO
Las llamativas botellas, llenas de moluscos y especias aromáticas, se arremolinan en círculo sobre una improvisada mesa, que sirve como soporte para exhibir estos productos. Los ostiones se muestran apetitosos ante la mirada de los peatones en la transitada arteria, donde también pululan puestos de hierbas y vegetales.
El Viagra Marino es el resultado de la imaginación y la creatividad del pueblo, que no tiene límites para inventar platos nuevos cuando se refiere a la preparación de comidas, como ocurrió con este producto marino.
"Decidí lanzar al mercado los ostiones desde que leí en una revista biomédica que éste es una especie del mar con alto contenido de zinc y ayuda al buen funcionamiento de la próstata; también incentiva una inmejorable actividad sexual a las personas que tienen algún problema en estos asuntos", afirmó.
5.00 Y 2.50 BALBOAS
Medina aseguró que, además de estas propiedades, es rico en calcio, un componente que ayuda a fortalecer los huesos; y abundante en fósforo, para agilizar la memoria de las personas que trabajan con la mente, sobre todo para los estudiantes.
"Para que sea accesible a la capacidad de compra de todos los vecinos de Calidonia y San Felipe, donde viven los mayores consumidores de este exquisito plato, los precios van desde 5.00 balboas, la botella grande; hasta 2.50 balboas el envase más pequeño", subrayó.
Según el comerciante, la preparación de este cóctel de productos marinos se hace con jengibre, culantro, ajos, cebolla, pimienta en grano y caldo rica. El segundo paso es hacer una salsa con achiote, para darle un poco de color y sabor, luego se pone a macerar hasta que coja punto.
"Los ostiones los traigo desde San Carlos, a donde viajo dos veces por semana. En realidad, eso depende de la demanda, si se vende mucho, tengo que ir con mayor frecuencia a recoger estos producto marinos; sino, hay que tener un poco de paciencia", aseguró.
