Desde el 2003 a la fecha, unos 32 panameños han muerto fulminados por rayo. En este año el número de víctimas se eleva a nueve.
Cuando una persona es alcanzada por un rayo sufre dos paros de manera simultánea: uno cardiaco y otro respiratorio. Del primero la persona se recupera en cosa de segundos, pero con el pulmonar la cosa es más difícil y si no se actúa rápido, la persona puede sufrir otro para cardiaco y perder la vida.
Cuando hay una tormenta no se debe permanecer en la playa, hay que quitarse la ropa mojada, ya que ésta es uno de los mejores conductores de electricidad. Los tacos de fútbol, por tener un acero especial, es otro de las atracciones para el rayo.
Durante una tormenta, no debe refugiarse debajo de los árboles, ya que la verticalidad aumenta la intensidad del campo eléctrico. También, aléjese de los campos despejados, ya que el hombre sobresale y se convierte en pararrayos.