Andrés González es un experimentado pescador de Puerto Caimito, en el sector Oeste de la provincia de Panamá, quien ante la competencia y las restricciones de las autoridades, él junto a otros compañeros, han tenido que variar su objetivo.
Ahora no sólo es pescado y camarones, también entran las rayas en su campo de acción para ofrecer al mercado.
La raya capturada por Andrés tiene la cola larga y en forma de látigo, tiene una o más espinas grandes, afiladas y en ocasiones barbadas, asociadas con glándulas venenosas, que producen graves heridas.
Indica además que la espina de la raya es venenosa aún después de extraída y que incluso al clavarla en la base de cualquier árbol el mismo es seguro que se irá secando progresivamente.
Sostiene que lo primero para la captura de la raya es "tirar una línea" de 500 brazas de soga y aunque por ahora ha tenido suerte por lograr las capturas cerca de Puerto Caimito o las proximidades de Vacamonte en otras ocasiones han tenido que navegar más lejos para poder conseguirlas.
Por ahora está saliendo a pescar todos los días y con suerte regresan hasta con 700 libras.
Para ellos esto ha representado una alternativa porque ahora tiene un producto más que ofrecer y con la ayuda de Dios saldrán adelante actividad, que es riesgosa.