Estamos totalmente de acuerdo en que todo aquel que estudia y se prepara, tiene derecho a devengar el salario que le corresponde dentro de la importancia que registra el cargo que ocupa.
En ese sentido, en una lista que salió a la luz pública, divulgando los salarios que devenga un grupo privilegiado de funcionarios de la Caja de Seguro Social, sinceramente, nos dejó perplejos, e incluso podríamos decir que consideramos este hecho como un 'golpe bajo' a la inteligencia del pueblo panameño.
Considerábamos que estas acciones habían sido superadas y que los gobiernos habían erradicado estos sistemas salariales que rayan en el desprecio hacia un pueblo que no merece ser tratado de esa manera; restregándole en el rostro un accionar indicativo de 'que ellos son los mejores'.
Paralelo a esos salarios, inclúyanles los gastos de representación o viáticos a que tienen derecho por ley, porque la institución de seguridad social se rige por sus propias normas y leyes considerando que es autónoma. Con razón que el señor director de la CSS, Guillermo Saéz-Llorens, ha salido a negarles a los jubilados, un ajuste, aduciendo que algunos programas del Seguro Social están en rojo.
¿Piensa el señor Saéz-Llorens que estos enormes salarios de su equipo de trabajo no contribuyen a mermar las reservas económicas de la institución que él dirige?
Sobre el particular se está hablando al más alto nivel, de la necesidad de introducir, nuevamente, reformas a la ley Orgánica de la CSS, porque los programas de invalidez, vejez y muerte están en rojo, lo que supuestamente, preocupa a las autoridades. Sin embargo, la escasez de medicamentos que necesita el asegurado, el maltrato, las citas médicas tardías, son elementos que se combinan para hacerle la vida de 'cuadritos' a los ancianos y a parte de la población asegurada. Todavía están a tiempo de corregir.