¿Ha visto a un amigo meterse un lápiz en el oído? ¿Ha notado que muchas personas usan palillos para asearse? Si lo ha visto, permítame decirle que ninguna de las dos debe convertirse en una rutina de salud. Ambas podrían provocar riesgos a la salud.
La acumulación de cera en el oído es un mecanismo natural del cuerpo humano para proteger nuestra audición. Sólo el exceso de producción de cera en la oreja (cerumen) puede causar el bloqueo del conducto auditivo externo.
La cera se produce en la oreja para proteger el conducto que va desde el tímpano hasta el exterior.
Las principales problemas de este exceso de producción de cera por las glándulas del conducto auditivo externo podrían ser la disminución auditiva, dolor de oído; sensación de taponamiento, zumbidos.
Los principales factores de riesgo son, entre otros, la exposición a polvo o residuos, sin embargo existe posibilidad de prevenir este problema si se evita las zonas donde el aire lleva polvo o residuos.
Si usted sufre este problema le recomendamos lo siguiente:
Compre gotas óticas ablandadoras de la cera. Se consiguen sin receta.
Instile las gotas; use la cantidad indicada en las instrucciones.
Deje las gotas en la oreja durante 20 minutos.
Si es posible, siga tumbado durante ese lapso.
Tapone la oreja con algodón.
Siéntese, inclinándose ligeramente hacia el lado afectado.
Use una jeringuilla para irrigar cuidadosamente el conducto con agua corriente templada o partes iguales de agua y de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada).
Repita las irrigaciones hasta que sienta la oreja destaponada. Si no lo consigue, consulte al médico.
Lo principal en este asunto es evitar meterse cuando cosa encuentre para rascarse el oído interno.