El viceprimer ministro de Chechenia, Ramzán Kadírov, hijo del presidente de esa república asesinado por los separatistas el 9 de mayo pasado, pidió a "castigar" a los familiares de los terroristas chechenes.
"Los padres no pueden ignorar los planes de su hijos ni sus contactos. Por ello, deben ser castigados de la manera más severa", aseguró Kadírov.
El "hombre fuerte" de Chechenia, quien apoyó al candidato oficialista en las elecciones presidenciales del pasado agosto, Alú Aljánov, no pudo presentarse a esos comicios por ser demasiado joven.
Ramzán Kadírov lidera una abigarrada fuerza paramilitar formada por miles de policías y milicianos, que en los últimos años ha combatido a los separatistas.
Los "kadirotsi", como se conoce a estos paramilitares cuyas filas tienen entre 5,000 y 10,000 efectivos, según diversas fuentes, han acogido a muchos de los separatistas que han renunciado a la lucha contra Rusia.
Kadírov dijo que "la guerra no puede ganarse sólo con persuasión y dulzura. A la guerra hay que oponer una guerra y sólo entonces se podrá exterminar a los terroristas".