Ricardo Lavolpe, entrenador de la selección mexicana de fútbol, suele creer que una corbata con un dragón le da suerte, pero ante Trinidad y Tobago usó un recurso más terrenal, convocó a un jugador de la vieja guardia y con él consiguió un triunfo vital en su carrera.
Con dos goles de Jesús "cabrito" Arellano, a quien Lavolpe convocó a última hora, México derrotó por 1-3 a los caribeños en su debut en la ronda semifinal de la eliminatoria mundialista de Norte, Centroamérica y el Caribe, en lo que fue el primer triunfo en la historia de la "tricolor" en casa de los trinitenses. Arellano lleva dos Mundiales y no estaba en los planes del técnico.