El piloto alemán Michael Schumacher se burló ante la sugerencia de que podría reconsiderar su futuro en la Fórmula Uno tras el accidente a gran velocidad que sufrió la semana pasada.
Cuando le preguntaron por qué continuaba arriesgando su vida tras ganar siete campeonatos del mundo y 82 carreras, el germano se llevó la mano a la boca y fingió bostezar. "Antes que nada, no creo que (el accidente) pudiera haberme costado la vida".