La vejez es una etapa de la vida dónde salen a flote todos los temores, inquietudes, angustias, creencias y mitos. Estos aspectos antes mencionados desencadenan el aislamiento, haciendo que las personas adultas mayores se olviden que existe un mundo que todavía hay que gozar, desarrollando en ellos un estado de depresión que los envejece con rapidez.
Es por ello, que para lograr una vejez exitosa se debe mantener una participación activa en roles sociales y comunitarios para una satisfacción de vida adecuada. El juego en tercera edad cumple una función social y cultural, ya que permite sentir el placer de compartir juntos una actividad común, satisfacer los ideales de expresión y de socialización. También nos lleva a la obtención de placer y bienestar corporal y mental.
Además la actividad físico recreativa se ha identificado constantemente como una de las intervenciones de salud más significativas de las personas de edad avanzada. Dentro de sus beneficios inmediatos en el aspecto físico se pueden citar: mayores niveles de auto - eficacia, control interno, mejoría en los patrones de sueño, relajación muscular, entre otros.
El deseo de jugar nos acompaña durante toda la vida. A todos nos gusta hacerlo, a pesar de los prejuicios que marca la sociedad. Jugando se logra: Canalizar la creatividad, liberar tensiones, orientar positivamente las angustias cotidianas, reflexionar, divertirse, aumentar el número de amistades, integrarse y predisponer a otros quehaceres de la vida, entre otros beneficios.
Pero no solo se pueden realizar actividades al aire libre, también los juegos de mesas, el sudoku, crucigramas y demás ayudan a poner en funcionamiento la mente. En esta etapa de la vida, la familia juega un rol muy importante, pues se le debe brindar todo el apoyo a los adultos mayores y hacer las actividades con ellos, para que no se sientan que están solos en esta faceta, que para algunos es un poco difícil.
En conclusión, la actividad física periódica fomenta una vida más sana en las personas de la tercera edad.