¿Cuántas veces vemos nuestros sueños hechos realidad? Unos llegan a alcanzar sus metas más rápido que otros, pero al final logran sus propósitos. La base de todo éxito está en mantenerse constante en una actitud, opinión y eso se llama perseverancia.
Quiero destacar el valor de la perseverancia con un claro ejemplo demostrado por un joven atleta que en principio la presión de grupo le influyó negativamente, pero tomó la determinación de abandonar las pandillas y alcanzar el sueño de ser campeón del mundo.
No soy experta en boxeo como mi buen amigo Daniel Alonso, con quien compartí las aulas escolares en el Instituto Nacional y luego en la Universidad, pero lo que sí estoy segura es que la perseverancia de Luis "El Nica" Concepción, le ha permitido escribir una página gloriosa en el boxeo panameño. En una noche inolvidable, demostró calidad en su presentación, aunado a esa humildad, tenacidad y carisma que hace recordar a nuestra mayor gloria del boxeo, Roberto Durán.
Nuestro campeón N.° 29, durante el encuentro del pasado sábado, encontró una limitante que le afectó la fuerza de sus brazos, pero su deseo de triunfar y de aprovechar la oportunidad que la vida le presentó, como reconocimiento a su dedicación y perseverancia era más fuerte. Un chico humilde, con deseos de sobresalir en un ambiente que considera no es lo mejor para él y su familia, logró alzarse con el título, precisamente en un programa denominado "Nocaut a las drogas".
Este es un vivo ejemplo de vida para la juventud que por inexperiencia o falta de orientación oportuna equivocan el camino, y para los adultos que desisten de sus sueños y esperanzas porque no se atreven a enfrentar los obstáculos y al final la frustración los vence. Hay que ser constante y perseverar, y sobre todo, ser valiente como este primer guerrero, al que deseamos la mejor de las suertes y la bendición de Dios, que es quien lo tiene en el sitial que ocupa. ¡Felicidades, campeón!