La versión estadounidense de "Casanova", dirigida por el sueco Lasse Hallstrom, decepcionó a parte de la crítica internacional presente en esta 62 edición del Festival de Venecia, por considerarla infantil, comercial y, en general, muy superficial.
Como en la mayoría de las cintas procedentes de EEUU, el mayor esfuerzo creativo del realizador se centra en las peleas y en las huidas.
Lo mejor de la película es, sin duda, la presencia de Jeremy Irons, que da una lección de interpretación al protagonista, el australiano Heath Ledger, que casi únicamente expone su agradable rostro ante las cámaras.
La historia es convencional y narra parte de la vida del aventurero y seductor en la Venecia del siglo XVIII, con sus conquistas, duelos e intrigas políticas. En la vida real, Giacomo Casanova tuvo una personalidad compleja y ambigua: espía, filósofo, soldado y escritor, pero por sobre todo, un hombre inteligente.